*Artículo extraído por la web del diario La República.
AÑO 2006
Madre esperaba gemelos pero uno no tenía corazón. Especialistas del Hospital Carrión salvaron a progenitora de 21 años y a uno de los bebés
La historia comenzó en la semana 21 de su embarazo. En un sobre, la madre recibió el diagnóstico: «Parto gemelar con feto acárdico». Es decir, uno de los niños no tenía corazón. Ella no entendió nada en ese momento, pero presentía que se trataba de toda una tragedia.
«En la ecografía se descubrió que uno de los fetos no tenía forma. Era un acárdico. Su corazón era un tubo, sin aurículas ni ventrículos. Era una gran masa con deformación cardíaca», explica Roberto Aldoradín Valencia, jefe del Departamento de Ginecología del Hospital Daniel Alcides Carrión del año 2006, donde se le realizó el tratamiento a la joven madre de 21 años.
La gestante, quien seguía sin comprender, fue sometida a terapias psicológicas. Tenía que superar el impacto: ser madre primeriza, esperar gemelos y uno de ellos (o tal vez los dos) podían perder la vida.
Para iniciar el tratamiento se le succionó del vientre –con una aguja de 20 centímetros– el líquido amniótico, que ya alcanzaba casi cuatro litros, cuando lo habitual es de uno y medio.
«Cada una de estas succiones (se le hicieron cinco) significaba una nueva esperanza de vida, algo estaba en mí y tenía que protegerlo», recuerda la madre. Ella ingería a diario las pastillas Digoxina. Estas ayudaban a fortalecer el corazón del feto sano y darle un soplo de vida, una mejor circulación, lo que aseguraba su desarrollo. «Al brindarle estas pastillas, el feto tenía una mejor circulación y la sangre tenía más oxígeno. Esto permitía que el feto crezca», refiere Aldoradín.
«Viviré por él»
Aunque se perdió la vida de uno, se rescató la existencia de uno de los gemelos y el de la madre, quien fue sometida a cesárea. «Trabajaré y viviré por él», afirmó la paciente y muy agradecida con el médico Jorge Arias Rayo, encargado de realizar el tratamiento.
El sietemesino se recuperó en la incubadora hasta su fortalecimiento. Luego, madre tuvo que aplicar el método del canguro por unas 24 horas. Es decir llevar a su bebé pegado a su cuerpo, hasta que recupere su peso y lacte de sus pechos nutricios, como corresponde.